4 feb 2010

PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO, INVIERNO... Y PRIMAVERA

Una altra vegada tornem a la càrrega, després del gran èxit de la nostra primera projecció en VOSE, amb una de les millors pel·lícules dels darrers anys. Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera, és un un preciós conte taoista que ens transporta al món de la iconografia oriental. La història es desenvolupa al llarg de les quatre estacions de la vida i ens transmet un missatge clar: el desig de possessió porta a la destrucció del que s'estima. Aquest film del director coreà Kim Ki-duc , Premi especial del públic al Festival de Sant Sebastià, destaca per la seva bellesa visual.


FITXA

Dirección y guión: Kim Ki-duk.
Países:
Corea del Sur y Alemania.
Año: 2003.
Duración: 103 min.
Género: Drama.
Interpretación: Oh Young-soo (Monje viejo), Kim Jong-ho (Niño monje), Seo Jae-kyung (Chico monje), Kim Young-min (Joven monje), Kim Ki-duk (Monje adulto), Ha Yeo-jin (Chica), Kim Jung-young (Madre de la chica), Ji Dae-Han (Detective Ji), Choi Min (Choi).
Producción: Lee Seung-jae y Karl Baumgartner.
Música: Bark Jee-woong.
Fotografía:
Baek Dong-hyun.
Montaje: Kim Ki-duk.
Dirección artística: Oh Sang-man.
Vestuario: Kim Min-hee.
Estreno en Corea del Sur: 19 Septiembre 2003.
Estreno en España: 10 Septiembre 2004.



TRAILER

http://www.youtube.com/watch?v=rg2wZZ8ewMk


COMENTARIS I CRÍTIQUES

  • "Bella moralina oriental (...) Filme vocacionalmente didáctico, con perfección formal y cuyas imágenes de la naturaleza resultan exquisitas" (Alberto Bermejo: Diario El Mundo)
  • "Una bella y fascinante metáfora sobre el aprendizaje vital" (Beatrice Sartori: Diario El Mundo)
  • Un viaje fascinante que refleja el ciclo perpetuo de la naturaleza: desde el orto al ocaso, desde el despertar de un nuevo ser vivo hasta su decadencia, pasando por las diversas etapas que definen la existencia.
  • La sencillez de la historia y la sobrecogedora belleza de la localización hacen de esta película un monumento al sosiego, una sinfonía de la naturaleza o un poema inolvidable. Sencilla y simplemente, maravillosa.
  • El señor Ki-Duk ofrece magistralmente una hermosísima metáfora de la vida en todos sus aspectos: tentaciones, impulsos, maldad, arrepentimiento. Todo con un estilo propio que marca diferencia.
  • Una película de una hermosura descomunal por el lugar en el que transcurre la totalidad del metraje. Es una historia muy sencillita, esquemática, con un mensaje antiposesivo que nos cuadra muy bien aquí y ahora. Dura y bella a la vez, es de aquellas películas cuyas imágenes recordaremos largamente...