Dijous 21 de maig - 20:30 g. Casal La Violeta
Direcció: Jean-Marc Vallée
Guió: Craig Borten y Melisa Wallack
Guió: Craig Borten y Melisa Wallack
País: EUA,
2013
Fotografia:
Yves
Bélanger
Música:
Muntatge: Martin Pensa y Jean-Marc Vallée
Interpretació: Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, Denis O’Hare, Steve
Zahn, Dallas Roberts, Kevin Rankin.
Durada: 117 minuts
Versió: original subtitulada
Qualificació:
No recomanada per a menors
de 12 anys
Premis 2013 (entre molts altres)
3 Premis Oscar: Millor actor, actor secundari y maquillatge
2 Globus d'Or: Millor actor y actor secundari.
Sinopsi:
El film
gira entorn la figura de Ron Woodroof, un electricista, addicte a les drogues,
força puter i homòfob, a qui li diagnostiquen VIH l'any 1986, quan encara hi
havia moltíssima confusió, tant en la societat com en la comunitat científica.
Els metges li donen un mes de vida i ell comença a tractar-se amb AZT, que
aconsegueix a l'esquena dels metges, i que encara estava en fase de prova. En
un moment donat descobreix alternatives a la
AZT, no aprovades per la FDA, i
comença a traficar amb elles, tenint com a soci a Rayon, un travesti que
l'ajudarà a captar clients. Woodroof inicia una batalla contra l'Administració
d'Aliments i Medicaments, i dóna peu a una campanya de conscienciació sobre la
desinformació del Govern per ajudar a totes les víctimes silencioses que
pateixen el virus de la SIDA.
La leyenda de Ron Woodroof
Por José Arce
Sin duda alguna, una de las
mejores películas de 2013. La historia de este tipo extraordinario es una de
las producciones más carismáticas que hemos visto en mucho tiempo, tanto a
nivel técnico como interpretativo. Enorme Matthew McConaughey.
Ron Woodroof (Matthew
McConaughey) es
todo un machote, un cowboy de Texas. No entiende
cómo es posible que tenga el VIH. Pero lo tiene. Esta es la historia de un tipo extraordinario contada en la
producción más carismática que hemos visto en mucho tiempo. Toda ella, no sólo
el icono central; cine clásico americano de formas más que dinámicas.
«Te guste o no, esto también es un negocio».
Despampanantemente dirigida por Jean-Marc Vallée
desde el primer al
último fotograma, y soberbiamente y eléctricamente montada
por el realizador y Martin Pensa, la odisea vital y social del
abandonado a su suerte con agravante de apestado ─mediados de los 80, la muerte
de Rock Hudson ponía el SIDA en el centro de la paranoia global─ dibuja un
conjunto de algo menos de horas en el que se puede llorar y reír mirándonos a
nosotros mismos como éramos treinta años atrás… y viéndonos ahora. La de
Woodroof es una lucha mayúscula, y en la mano del equipo
técnico encuentra un
legado sin sermones, firme, consistente y no por ello menos delirante.
Matthew McConaughey siempre ha sido un gigante, lo
que pasa es que últimamente le da por demostrarlo con mayor frecuencia; por
nuestra parte, aquí tiene El Papel para llevarse el Oscar®. Sin más. Jared Leto está estupendo, con una naturalidad
desarmante; y Jennifer Garner aguanta
tener enfrente a dos actores más que
inspirados, que no es poco. “Dallas Buyers
Club” juega en la liga de lo reconocible ─la lucha del individuo contra los que
toman las decisiones─ desde entornos que a la mayoría nos pasan desapercibidos.
Pero enganchará a (casi) todo el que se quede mirando. No podemos ser todos
socios. Y no es cuestión de dinero.
Remedios caseros
Estimable drama que describe una
creíble evolución en el comportamiento de sus personajes. Sólidas actuaciones,
si acaso un tanto sobrevaloradas por depender de las transformaciones físicas
de determinados intérpretes.
Una de las películas triunfadoras en los Oscars de 2014 fue “Dallas
Buyers Club”, título que se llevó los premios al Mejor Actor
Protagonista, Mejor Actor de Reparto y Mejor Maquillaje y Peluquería (donde
sólo
competía con otras dos cintas).
La evolución de Woodroof, el protagonista, está bien conseguida,
puesto que poco a poco vamos observando cómo se mitiga su completo rechazo
hacia todo lo relacionado con los gays. Donde quizás echo en falta una mayor
profundidad es en la cuestión de las compañías farmacológicas. Claro que se
aborda, pero da la impresión de que los
guionistas no pretenden abrumar al
espectador con demasiados contenidos técnicos y optan por resumir dichos
aspectos de la trama (incluso se presta una mayor atención a los viajes del
protagonista para obtener “mercancía” en otros países). En cuanto al director, Jean-Marc Vallée, quiere dejar muy claro que
nos topamos ante una cinta independiente, de ahí que utilice recursos propios
de este tipo de cine (los ligeros tembleques de la cámara, por
ejemplo).
Finalmente, vuelvo a mencionar al reparto. Que nadie me entienda mal, puesto
que Matthew McConaughey lleva a cabo
un notable trabajo, tal y como se atisba en el modo en el que progresivamente
su personaje empatiza con el de Jared Leto
(cuya actuación resulta muy meritoria, sobre todo desde un punto de vista
emocional). No obstante, me molesta que pocos hayan hablado de Jennifer Garner, quien, eso sí, no ha tenido
que adelgazar ni cambiar de aspecto para su papel de doctora. ¿Ahí radica la
diferencia del reconocimiento?
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