DISSABTE 18 DE FEBRER A LES 20:30 A LA VIOLETA
FUERZA
MAYOR
Títol
Original: Turist (Force Majeure)
Direcció
i guió: Ruben Östlund
País:
Suecia, 2014
Fotografía:
Fredrik Wenzel, Fred Arne
Wergeland
Interpretació:
Johannes Kuhnke, Lisa Loven
Kongsli, Vincent Wettergren, Clara Wettergren...
Durada:
117 min.
Versió:
Doblada
Gènere:
Drama
Qualificació:
No recomanada a menors de 7 anys
Sinopsi: Una família
gaudeix de les vacances d’hivern als Alps. Semblen unes vacances
idíl·liques, però de cop, mentre estan al restaurant, una allau
espanta els clients. La mare crida al marit demanant ajuda per salvar
als seus fills, però ell fuig per salvar-se’n, deixant la família
enrere. L’allau para just davant el restaurant, convertint-se només
en un ensurt, però l’univers familiar ja ha presentat fissures…
Premis:
2014:
Festival de Cannes: Premi del
Jurat (“Un Certain Regard”)
2014:
Globus d’Or: Nominada a
Millor Pel·lícula de Parla No Anglesa
2014:
Festival de Sevilla: Millor Pel·lícula i Millor Guió
2015:
Premis BAFTA: Nominada a Millor
Pel·lícula de Parla No Anglesa
Comentaris
professionals:
“Poco
a poco, entre la turbación y el frío, el director construye una
perfecta tela de araña de la que es imposible zafarse. Brillante
hasta la más dolorosa de las perfecciones.
Luis Martínez
Diario El Mundo
“Östlund revela implacable capacidad de observación, riesgo en la
construcción y en el tono y compromiso con la inabarcable
complejidad de lo humano.” Puntuación: **** (sobre 5).
Jordi Costa
Fotogramas
“Cuenta tantas cosas, con tal grado de detalle y con tanta sutileza
que asusta. Impresiona. Da vértigo. Porque al final ésta es una
película sobre el miedo.” Puntuación: ***** (sobre 5)
Carlos Marañón
Cinemanía
Grietas en el hielo
Crítica de Àngel Andreu
Todo
parece idílico al inicio de este film, y así nos lo quiere
presentar el director Ruben Östlund. Una pareja perfecta con dos
hijos preciosos posando para tomarse una fotografía en plena
esquiada en los Alpes Franceses. ¿Qué podría salir mal? Incluso
las avalanchas parecen estar controladas: se producen explosiones en
las pistas de esquí para que la nieve no se acumule y se deslice sin
problemas por la ladera. Ahora bien, en una de esas detonaciones, la
avalancha parece que va cogiendo mayor fuerza, amenazando el apacible
desayuno de los turistas y, por ende, nuestros protagonistas. Al
final queda todo en un susto y todo vuelve a la normalidad. De hecho,
el director no ha movido ni el tiro de cámara, nos ha narrado todo
este “susto” desde un mismo plano. Pero la avalancha ya se ha
producido, y el desastre se ha desatado.
Porque,
admitámoslo, no estamos ante un thriller, pero lo que nos
explica el director sueco en su cuarto largometraje asusta. Mediante
el macguffin de la avalancha, el director disemina y estudia
el comportamiento humano en situaciones límite al mismo en tiempo
que hace tambalear los roles de la familia moderna, con especial
énfasis en la figura masculina. Estructurada en diferentes días de
esquiada, como si de capítulos se tratara, Fuerza Mayor nos
muestra, casi a tiempo real, las grietas que se producen en una
familia que solo quería pasar unas vacaciones de ensueño pero que,
a causa del azar y de un instinto primario como el de la
supervivencia, se ve abocada a una demolición -esta vez, no
controlada- constante de sus cimientos. Y lo que empieza a nivel
matrimonial, pasa a generacional. Más tarde, a nacional. La
avalancha puede parecer un macguffin, pero es que las lecturas
de la película de Östlund no paran de crecer a medida que avanza el
metraje.
Calculada
hasta el milímetro, bellamente fotografiada y pausada en su
narración, Fuerza Mayor combina crudeza, sarcasmo e ironía a partes
iguales, y a todo esto, nosotros los espectadores, no podemos apartar
la mirada de la pantalla, pues todo lo que nos explica es
tremendamente cotidiano, real y palpable. No propone ni un juicio
fácil y nos cuenta tantas cosas en cada momento y con tanta clase,
que incluso el estado de piloto automático que adoptamos cuando nos
cepillamos los dientes con un cepillo eléctrico puede cargarse de
significado. Y ante lo que sucede en pantalla, pese a ser testigos de
esa fuerza mayor que empuja a nuestros protagonistas a una ventisca
en la que difícilmente se encuentre un final feliz, reímos. Reímos
por la situación. Porque el ser humano puede ser patético y triste
en su ordinariez. Y esa es la cruda y fría realidad.
Inteligente,
arriesgada, alabada en todos los certámenes el año de su estreno,
Fuerza Mayor no deja a nadie indiferente. Es cine de
catástrofes, solo que no hay ningún edificio derrumbándose, y
ojalá todas las películas sobre catástrofes fuesen tan
interesantes y brillantes como ésta.
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